Victor Manuel Valle
El uso y abuso del plástico en el Ecuador se ha convertido en una problemática que afecta al medio ambiente, a la economía y compromete la salud humana de sus futuras generaciones. Ecuador es el tercer país de la región que más basura plástica importa, y es uno de los que más ha aumentado su producción de plásticos.
En el Ecuador coexisten dos problemáticas relacionadas al uso de plástico. La primera, Ecuador produce más de 13.000 toneladas diarias de basura y un 94% se entierra sin ningún tipo de tratamiento. No los está procesando y tratando efectivamente para su reutilización. La segunda, Ecuador importa desechos plásticos que sirven para la fabricación de envases, empaques, fundas y otros productos de un solo uso, del cual sólo se utiliza el 50% de la materia prima. El excedente se descarta y se los entierra en rellenos sanitarios del país, causando daños ambientales.
Esta paradoja entre producción e importación de plásticos en el Ecuador nace desde el sistema jurídico. Desde el sector público existen contradicciones. La importación de desechos plásticos va en contra del artículo 12 de la Ley Orgánica para la Racionalización, Reutilización y Reducción de Plásticos de un Solo Uso. Ésta prohíbe la importación de plásticos usados para procesamiento de reciclaje, pero deja abierta la posibilidad para que las empresas puedan seguir importando desechos plásticos.
Entre 2018 y 2021, el país importó 47.596 toneladas de desechos plásticos, por un monto que bordea los USD 19 millones, según un estudio publicado en marzo de 2022 por la Alianza Basura Cero Ecuador. De la importación de plásticos, 12.791 toneladas llegaron desde Estados Unidos entre 2020 y 2021.
En consecuencia, Ecuador se ha convertido en el tercer país de Latinoamérica que más desechos recibe. Según el estudio «Contaminación por Plásticos: El Impacto en la Salud Humana y el Medio Ambiente en el Ecuador», realizado por la Universidad San Francisco de Quito, una de las principales causas es el aumento del consumo de productos envasados en plástico. Además, la falta de educación ambiental y la falta de políticas públicas efectivas que promuevan la reducción del uso de plásticos son otros de los factores que contribuyen a la problemática.
Según datos del Ministerio del Ambiente, la ciudad de Quito produce diariamente más de 2.000 toneladas de residuos, de los cuales el 12% son plásticos. En el caso de Guayaquil, la cifra de residuos diarios supera las 3.000 toneladas, y el porcentaje de plásticos es aún mayor, cercano al 20%. Además, se estima que alrededor del 75% de los residuos plásticos generados en el país no son adecuadamente manejados, lo que significa que terminan en vertederos, ríos, mares, y playa en donde generan daños ambientales.
Ecuador reconoce los derechos constitucionales de la naturaleza a través de su Constitución. Sin embargo, el problema no es la norma, sino su falta de aplicación. El artículo 72 de la Constitución establece que:
“La naturaleza tiene derecho a la restauración. El Estado (…) adoptará las medidas adecuadas para eliminar o mitigar las consecuencias ambientales nocivas”.
A pesar de tener los recursos jurídicos, el Estado no está adoptando las medidas adecuadas para administrar el 50% restante de esta materia prima importada que compromete a los derechos humanos de la naturaleza en el país.